- No sabría explicarlo – comenta Luis – pero joder, esto es muy familiar, ¿no te parece?
- A mi me recuerda a los partidos del cole donde jugábamos cuatro o cinco clases juntas en el mismo campo -replica Marcos- ¿te acuerdas? aunque hubiera mucho ruido al final te enterabas de todo, mas o menos. Me asombra que pudiéramos ver entre tantas piernas y tantos balones. Hubiéramos sidos unos jedis de puta madre.
- Rumanía al final no va al mundial – dice María desde la barra- los jugadores son mayores y uno está sancionado por meterse coca. Además; ¿el entrenador del Valencia se va al Barcelona no?. Yo ahora si soy del Valencia, pero antes no.
María da una vuelta de ciento ochenta grados y se va a atender a otros clientes.
- ¿De que cojones habla esta mujer? -pregunta Marcos-
- Pues de fútbol, de que va a hablar -responde Luis- a veces tienes unas cosas, y haces cada pregunta, que en fin; si Becquer levantara la cabeza.
Mientras Luis itenta deprimir al bar entero comenzando a recitar aquello de " Dices que tienes corazón y sólo lo dices porque sientes sus latidos..." Marcos saca el móvil del bolsillo y después de no comprender porque no le llegan más mensajes se levanta, va al baño y a la vuelta se acerca a la barra.
- María preciosa, dame tres quintos anda, pero que sean mahou.
- Tienes una sonrisa muy bonita -responde María- pero solo queda cruzcampo.
- Gracias... -contesta sorprendido Marcos- uso colgate. Tu tienes un pelo muy rubio. Te queda de lujo; es muy parecido a los pelos que pintaba Van gogh en sus cuadros.
Marcos regresa a su mesa junto a Luis con las cervezas en la mano. Se abre la puerta del bar y entra Mario con una gorro de paja rosa, oliendo a alcohol y rodeado de humo. Mete la mano en el bolsillo y saca varias monedas de un euro.
- Hoy invito yo -dice Mario-
- Vaya, que bien. Aunque solo hay cruzcampo -aclara Marcos- y ya sabes que sabe a fuego.
- No me jodas -comenta Luis- ¿de verdad no hay mahou? ¿hemos de beber fuego?
- ¡Pues que sea fuego! -grita Mario-
- ¡Que sea fuego!-gritan también Luis y Marcos-
- ¿Donde hay fuego? -pregunta asustada María desde la barra-
Rodrigo.
Tan mala está la Cruzcampo?? mmmm, tengo que hacérmelo mirar, debo ir muy ciego cuando la bebo....
ResponderEliminarEn cuanto al texto, pues, he sido uno más, durante un instante has conseguido que vaya a ese bar y viera la escena desde la barra…está bastante bien, me gusta.
Fuego, fuego... comienzan las fallas!!!
ResponderEliminarEl otro día se quemó un pino en el cole... fue un borracho.