Ahora estamos en dos blogs...




LOS COMENTARIOS ANIMAN A LA SEÑORITA ESCRITURA








miércoles, 30 de junio de 2010

A ti, que alguna vez has estado.


Yo siempre sigo aquí y tú no sé si cambias de forma, de color de ojos, de sonrisa, o de forma de pensar. No sé si ahora estás de vacaciones o si volver a visitarme son tus verdaderas vacaciones.
Me atrevo a pensar que de alguna manera siempre estás.

Desde que robaba cuadros y viajaba en sueños muy bien acompañado por todo el mundo. Desde los comentarios firmados +++, o eran ***, no lo recuerdo. Aunque sé que siempre lo echo de menos, con la nostalgia que siempre acompaña a mi recuerdo. Tengo una memoria muy estúpida. Como cuando apareció calabaza y me hizo dudar.

Las muchas cartas que mandé y tu leíste con gusto o sin él. Recuerdo las palabras como balas, y todas las balas con forma de palabras, palabras que no se quieren escuchar.
El muchacho que conversaba con las estrellas. Los caminos poco transitados asaltados por terribles sujetos. Los continuará... que nunca continuaron. Las cartas cargadas de odio. Los bancos, la soledad, la realidad, las playas, los violines malditos, LOS OTOÑOS.

Sé que alguna vez sonreíste; otras te aburriste, te decepcionaste, lloraste, maldejiste, o me llamaste subnormal. Quizá me comentaste algo, quizá nunca lo hiciste, quizá lo hagas algún día.
Yo siempre sigo aquí y tú no sé si cambias de forma, de color de ojos, de sonrisa, o de forma de pensar.

Gracias por seguirme en alguna etapa; Llamada blog, fotolog, email, messenger, carta, folio garabateado, avión de papel. Gracias por aprenderme un poco y escuchar cada uno de mis lamentos.
Gracias por enseñarme a escribir.

Rodrigo.

martes, 22 de junio de 2010

Hoy

Hoy soñé con ella.



Me encantaría decir que no la conozco. Que es un rostro que anhelo encontrar algún día ,y al hacerlo, regalar una vida y crear unos recuerdos nuevos y dignos de una gran historia.



Pero ya he mentido demasiadas veces.


domingo, 20 de junio de 2010

El mundo giraba a mi compás. Y todos conmigo.


El recuerdo se acomodó una vez más en aquel rincón del corazón que el olvido nunca se acordaba de limpiar.

Los días intercalaban lluvia con sol, nubes con gaviotas, rayos con canciones silenciosas, futuros sin repuestas.

La conciencia sufría un accidente y quedaba momentáneamente amnésica. Aprovechando así la locura o cordura (según cada cual) para escapar por una ventana poco vigilada por la señorita prudencia.

Un teléfono oxidado que siempre estaba solicitado por fin recibía la llamada que sin saberlo llevaba toda una vida esperando. Al descolgar sonaba una voz sin tintes de rencor, ni egoísmo, ni venganza, ni mentiras, ni tormentas en los ojos, ni versos robados.

La música ya lograba calmarle.

A la niña bonita dejaba de funcionarle el escudo y se asomaba al balcón a recibir palabras traídas por el viento desde el otro lado de un río.

El mundo giraba a mi compás. Y todos conmigo.



RODRIGO

jueves, 10 de junio de 2010

¿Y qué pasa con los vagabundos y los borrachines y los soñadores?


  • No sabría explicarlo – comenta Luis – pero joder, esto es muy familiar, ¿no te parece?
  • A mi me recuerda a los partidos del cole donde jugábamos cuatro o cinco clases juntas en el mismo campo -replica Marcos- ¿te acuerdas? aunque hubiera mucho ruido al final te enterabas de todo, mas o menos. Me asombra que pudiéramos ver entre tantas piernas y tantos balones. Hubiéramos sidos unos jedis de puta madre.
  • Rumanía al final no va al mundial – dice María desde la barra- los jugadores son mayores y uno está sancionado por meterse coca. Además; ¿el entrenador del Valencia se va al Barcelona no?. Yo ahora si soy del Valencia, pero antes no.
María da una vuelta de ciento ochenta grados y se va a atender a otros clientes.
  • ¿De que cojones habla esta mujer? -pregunta Marcos-
  • Pues de fútbol -responde Luis- Y colega... no seas celoso que ya sé que te gustaría saber todo lo que sabe ella. Y eso no te conviene. Ser sabio es muy agotador...
Marcos no va a contestar a semejante tontería. Saca el móvil del bolsillo y después de no comprender porque no le llegan más mensajes se levanta, va al baño y a la vuelta se acerca a la barra.
  • María preciosa. Dame tres quintos, pero que sean mahou anda.
  • Tienes una sonrisa muy bonita -responde María- pero solo queda cruzcampo.
  • Gracias... -contesta sorprendido Marcos- uso colgate. Tu tienes un pelo muy rubio. Te queda de lujo. Es muy parecido a los pelos que pintaba Van gogh en sus cuadros.
Marcos regresa a su mesa junto a Luis con las cervezas en la mano. Se abre la puerta del bar y entra Mario con una gorro de paja rosa, oliendo a alcohol y rodeado de humo. Mete la mano en el bolsillo y saca varias monedas de un euro.
  • Hoy invito yo -dice Mario-
  • Vaya, que bien. Aunque solo hay cruzcampo -aclara Marcos- y ya sabes que sabe a fuego.
  • No me jodas -comenta Luis- ¿de verdad no hay mahou? ¿hemos de beber fuego?
  • ¡Pues que sea fuego! -grita Mario-
  • ¡Que sea fuego!-gritan también Luis y Marcos-
  • ¿Donde hay fuego? -pregunta asustada María desde la barra-
Rodrigo.

lunes, 7 de junio de 2010

Carmen y el payaso pijo: Aventuras de un muchacho

Han pasado siete días sin noticias de Carmen y el muchacho sigue soñando con volar. Mientras garabatea frases sin sentido en su libreta de anotaciones; unos golpes de tacones altos, larga melena negra, y labios pintados, suenan en el piso de abajo. Un recuerdo y una conversación asaltan la mente del muchacho, de aquel día que quiso limpiar el cielo con un mocho viejo y asqueroso. Por eso decide coger cinco eurazos e irse de casa. Que se queden con los malos momentos las malas personas.
Sale de casa y cuando cierra la puerta se da cuenta de que se ha dejado las llaves dentro. Tampoco es el fin del mundo, piensa. E intentando silbar, porque no sabe silbar muy bien, baja en el ascensor, sale del portal y gira en la primera esquina hacía la izquierda.

- Dame todo lo que lleves encima chaval.

Nada mas girar se ha topado de frente con un tipo vestido de payaso. Tiene pinta de payaso pijo, es decir: Lleva peluca roja, la cara pintada de blanco, una camisa rosa, unos pantalones anchos y verdes, unas sandalias de esas con cosas brillantes que acaban en punta, y por supuesto, una navaja grande y muy afilada último modelo.

- Vas de coña, ¿no? -dice el muchacho-

- ¿Por que voy a ir de coña?, anda callate y dame todo lo que tienes, rápido - insiste el payaso pijo -
- Colega...- contesta el muchacho con cara de ser el ser humano más inteligente del planeta- pues porque vas vestido de payaso.Para robar tienes que ir de ladrón o dar miedo, ¿entiendes?... no te pienso dar nada. No te lo has currado ni un poco, así que no te lo mereces.

Pero el payaso pijo y su navaja no están de acuerdo. En un minuto trágico el payaso coloca la punta de la navaja en el cuello del muchacho. En ese momento el muchacho recuerda todas las horas que ha perdido viendo pelis de kárate y kung-fu por la tele. Se da cuenta de que su madre tenía razón cuando le contradecía diciéndole que por mucho que las viera no sabría pelear cuando llegara el momento. Así que rendido se mete la mano en el bolsillo y le da sus cinco eurazos al payaso.

- ¿Ya está? -pregunta el payaso pijo-

- ¿Como que ya está? -responde indignado el muchacho- Es mucho dinero. Si sabes invertirlo bien puedes hacerte rico.

- Tienes que tener algo más. Te voy a registrar.

- Bueno... pero sin abusar, y cuando termines, ¿Me darás un globo por lo menos? -pregunta el muchacho-

Pero no. Nunca os fieis de un payaso chalado. Porque después de ser registrado, robado y ultrajado. El muchacho se ha quedado solo, sin dinero, sin llaves, y lo más duro de todo. Se ha quedado sin globo.


RODRIGO.