Ahora estamos en dos blogs...




LOS COMENTARIOS ANIMAN A LA SEÑORITA ESCRITURA








jueves, 30 de septiembre de 2010

El grito...

Cuando sonó aquel grito Irene estaba mirando la lavadora. Marcos, ensayaba frente al espejo su declaración semanal de cobardía, su cuarto comienzo en trece minutos.
El reloj de la pared de Noelia, se quedaba sin pilas una vez más; gastaba más que un Rodrigo borracho en Casiano. Aún así, había decidido que lo iba a cambiar por un cuadro que acababa de pintar. Desde que había conocido a Matías, se había aficionado a la pintura, no se le daba tan mal como pensaba.
En el piso de abajo. Lucas componía una canción para Carmela. Pero siempre sonaba demasiado cursi, le tendría que pedir consejo a Quique; un mago de las palabras escritas.
Pared con pared, Ismael no podía dormir la siesta porque una guitarra mal tocada le removía el alma y saludaba a su resaca; La noche anterior, se había encontrado con Sandra después de mucho tiempo, causandole un ataque agudo de melancolía. Y también con Anabél, aunque ella no le causaba el mismo efecto de desesperación. Excepto con Sandra, eso solo le sucedía con Azucena, y sus ojos de color miel.
En el banco amarillo de un parque, Susana rompía con el cabrón de Ignacio. La había engañado con Macarena. Y quizá también con Raquel, de eso no estaba segura, por ahora.
Dos bancos más allá, Agustín apuraba una botella de vino. Y se acordaba una vez más de su primer amor ya tan lejano... de color Rosa, como el nombre de su amada.
A Marta, se le rompía una cuerda mientras guardaba su corazón en un envase metálico. Malditos versos cuando una solo sabe pensar en besos.
Teresa, mientras, volaba por el río sin entender de saludos. Alfonso, escribía versos en una habitación de cristal blindando, todos los folios temblaban al contacto de su pluma. Pablo, en cambio, decoraba paredes, cartones, lienzos, manos y corazones grises.

Y yo, simplemente buscaba mi camino, mientras leía una y otra vez una frase de una película que adoro:

Para tu padre había dos mujeres en el mundo. Una de ellas era tu madre. La otra eran el resto.

RODRIGO.

martes, 28 de septiembre de 2010

Como podéis observar hemos decidido volar por separado.

Ahora más que nunca es el momento de aprender, escribir, volar, leer, compartir y vivir.

Las palabras nuestras tienen un claro significado: Toda nuestra vida es un camino. A veces uno aparece allí desde un principio y lo sigue sin dificultad, llegando incluso a guiar a los más despistados. Otros, no tenemos esa suerte, o mala suerte, según se vea.
Aquí hablamos los despistados: los que buscamos un guia, un atajo, una forma... una señal hacía nuestro camino.

Buena suerte fon. Y no desaparezcas.


RODRIGO.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Lo que tanto anhelo

Las barcas y los recuerdos; la estupidez de mis años desperdiciados, como si no fueran años, ni recuerdos.

Las costumbres y mis camisetas de colores; el autobús rojo que a veces creo ver pasar, llevando a bordo a un marinero cansado y a una princesa salida de algún cuento que aún falta por escribir, uno muy hermoso.

Los libros y las historias que escribo o no escribo; la misma imagen, el mismo recurso, el mismo odio fluyendo por mis venas. La playa con luna y las botellas viajando a través de los continentes, sobreviviendo a guerras y a corazones rotos.

Las decisiones y la cobardía; el mismo encuentro que jamás sucederá, la misma reacción que solo mi imaginación podría inventar.

Las noches y la muerte; Mis amantes, mis confidentes, tu forma de caminar, tus maneras, tu otoño, todas tus calles.

El olvido y la felicidad; LO QUE TANTO ANHELO ALCANZAR.



RODRIGO.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Me cago en la puta y otros tacos.


Ya no llovía y yo no sabía apagar los limpia parabrisas. Una mirada de reojo y un murmullo de desaprobación cortaron el aire como si se tratara de un cuchillo atravesando un folio muy fino. Aquel fue un comienzo cómo cualquier otro.

Mi vida era una cuenta atrás, un cumulo de mentiras, y un sueño que tarde o temprano se iba a convertir en una pesadilla. Yo lo sabía aunque me hacía el despistado ahogando a todas mis ideas y remordimientos en cubos de alcohol e invenciones. Casi nadie más lo sabía, creo que al menos nadie al que yo conociera, quizá algún socio de la soledad de esos que sabe ver en las tinieblas.

Vicente finalmente me susurró: “ Todo lo que ocurre ya está determinado, cualquier cosa, sea cuando sea y cómo sea”. ¿Me estás diciendo -pregunté yo- que si por ejemplo yo ahora decido que nos estampemos con el coche, o si yo engaño a mi mujer después de diez años de matrimonio, o si sé que estoy cometiendo un error y aún así lo sigo cometiendo, es algo que yo no puedo escoger?
Bueno -respondió Vicente- Siempre podrás escoger, pero esa elección que harás ya estará determinada antes de que la hagas. Y si al día siguiente cambias de opinión, ese cambio de opinión ya estará previsto por el destino, por supuesto.

Fácil salida a la tristeza y el desasosiego ¿no creéis?. Puede que haya hecho tantas cosas mal sin sentido aparente, para aprender muchas otras buenas y bonitas.
Yo tengo miedo, mucho miedo. Me da miedo el tiempo, los horarios, mi futuro sobretodo, ¿de que color será? ¿alguien ya lo sabe?

Estoy a punto de embarcarme en una gran aventura. Es una manera de salvar muchas cosas, quizá la única manera que se me ha ocurrido. Pese a todo quizá es la única manera que existe de salvarme a mi mismo. Y de que todo lo que he hecho, no he hecho, he contado, o dejado de contar, sea la marea que me tiene que arrastrar hasta allí; dónde todo puede volver a comenzar. 


Rodrigo. (o eso creo...)

sábado, 11 de septiembre de 2010

hay una puerta en cada cosa que dices...


Hacer la maleta y huir lejos, muy lejos.

¿Estás de verdad perdido, o te lo inventas para no responder ante los demás?

¿Cobardía o una sabia decisión?

Hacer la maleta y huir lejos, muy lejos.





Hay una puerta en cada cosa que dices... a veces, cuando parece sencillo, te sientes tan cerca que el miedo no te deja entrar.


RODRIGO.