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LOS COMENTARIOS ANIMAN A LA SEÑORITA ESCRITURA








lunes, 22 de febrero de 2010

Equivocado, en todo...




TE NOTO ALGO AUSENTE, ¿TE PASA ALGO?

¿Que me va a pasar?. No se a que viene ahora esa pregunta, no la entiendo muy bien, pero le contestaré para que vea que deseo colaborar.
Simplemente me pasa lo que a todo el mundo. Si, ya sabe; todo ese rollo de si la vida y las cosas que hacemos tienen sentido, eso de si a veces compensa aguantar a alguien para no estropear mas las cosas. Solo me dan pequeños ataques de conciencia, o quizá de melancolía, no lo se muy bien, pero enseguida se me pasan, tranquilo.

¿TE ENCUENTRAS ASÍ MUY A MENUDO?, ¿SUFRES MUCHO ESOS ATAQUES?

No siguen una rutina si se refiere a eso. Pero no creo que se trate de algo extraordinario ¿no?, creo que a todo el mundo le afectan. A mi a veces no me abandonan en varios días, otras aparecen una o dos veces antes de dormir o al cerrar muy fuerte los ojos, y también puedo estar sin saber nada de ellos varios días con sus noches. No tiene nada que ver con peinarse con ralla y gomina o llevar camisa, es un asunto del alma supongo, usted debería saberlo mejor que yo. Se dedica a ver esas cosas. ¿no?

NO PUEDO RESPONDERTE, YO SOLO HAGO LAS PREGUNTAS.

Muy aburridas por cierto. Si quiere charlar de algo interesante pregunteme sobre el circo o el fútbol. Viene a ser lo mismo, pero a los jugadores se distinguirlos, con los animales a veces fallo, algunos se parecen. ¿Que puedo decirle? Veo cinco leones y alomejor le distingo dos o tres como mucho, y eso si no les da por moverse demasiado. En cambio se distinguir muy bien a Karim Ronaldo de Cristiano Benzema.

¿PREFIERES LA REALIDAD O LOS SUEÑOS?

A mi parecer no debería separarlos, no queda nada elegante, todo está formado por un poco de cada cosa. Por preferir, prefiero que mis sueños se hagan realidad y que la realidad de los demás esté un poco pintada de verde. Pero las cosas no funcionan solo porque a mi me de la gana. Todo ya está arreglado hace mucho tiempo, es un equilibrio o algo así. Es cierto que cada año que pasa nos cargamos un poco más ese equilibrio, pero bueno, aún quedan sueños y buenas canciones. Le doy a la humanidad unos añitos más, no se preocupe.

CREO QUE ESTAS “ PA ALLÁ” VAMOS A TENER QUE MEJORAR ESO, DESDE AHORA MISMO.

No sabía que eso era un problema. Pensaba que el problema era estar “pa aquí” pero usted es el profesional. Es asombroso y hasta triste, pero tiene un diploma muy bonito colgado en la pared, y yo no tengo nada parecido, asi que debo estar EQUIVOCADO, EN TODO...



RODRIGO.

martes, 16 de febrero de 2010

SUPER EGO


Cuando ella escuchó de mis labios -EL SILENCIO NO EXISTE- dejó de hablarme, de pasearme, de escribirme, y de tratarme. Nunca llegué a entender su reacción, porque nunca hacía ningún caso a mis teorías y afirmaciones por muy magnificas que fueran. Así que lo único que se me ocurría era que yo había presionado algún botón del alma que ella mantenía bien escondido.
Por un lado me sentía como un super héroe (super EGO), debido a que hasta ese momento creía imposible que algo la perturbara de aquella manera. Pero (siempre hay uno) por otro lado, que es el que de verdad suele ganar, me sentía como un pez en una bolsa, es decir: mal y odiando a las ironías de la vida.
Decidí deambular por el mundo con la honesta intención de encontrar un lugar donde el silencio si existiera. Me llevé una tienda de campaña color macedonia, una cantimplora del coronel tapioca, un libro de un tal Fon y rebusqué en los lugares menos ruidosos del universo, y aún así: NEGATIVO, AUSENCIA DE SILENCIO, RUIDO. Que mala pata.

Creo que fue un mes después, mientras tiraba estrellas al mar, cuando di con la clave. Rápidamente y en pijama la busqué y con una sonrisa radiante ella escuchó de mis labios -EL SILENCIO A VECES EXISTE-.
Lo siento (un poco al menos) per no os diré como di con ello, recordad que soy un super héroe, recordad que soy super ego.


RODRIGO.

jueves, 11 de febrero de 2010

Las palabras nuestras


Nuestras palabras surgen en la noche, cuando el libro de la mesilla se pelea con el cuaderno, y vence el cuaderno, y las palabras surgen -como una necesidad- de los dedos pulgar, índice y corazón. La escritura nace de una inquietud en el alma, porque algo está mal en el mundo, por una espinita clavada. La escritura es una denuncia quizá, una salida, un pensadero donde se alcanzan conclusiones. Pero no nos engañemos, uno sólo poco puede tocar, aunque algo toque.


Los libros, los buenos libros, nos pueden -o mejor dicho: deben- llevarnos más allá de sus páginas a hacernos más humanos. O más críticos con lo dominante, o más reflexivos, o más decididos. Los libros nos enseñan que errores no cometer, poniéndonos los zapatos de los que sí los cometieron mientras duran sus páginas. Los libros si no nos humanizan, quizá no sirvan para nada. O sí, no estoy muy seguro. Lo cierto es que es importante seleccionarlos bien. Sus personajes son modelos de actuación, vida que vivimos de algún modo metida junto al marcapáginas.

Aquí
las palabras nuestras. Son ambiciosas, claro. ¿Acaso atraen las palabras pusilánimes? Aquí trataremos de tocarte.


En nuestras palabras caben los rincones abandonados, los poetas torturados y los ecos del pasado. Mientras hay tormenta en lugares perdidos de la memoria de las personas que nos abandonaron, nosotros luchamos por ver el sol, aunque tengamos la mirada perdida y a la tristeza como compañera de cama. Cuando yo escucho el sonido de un piano se me ponen los versos de punta, es mi debilidad y mi gasolina para encender el motor de la creación. Se que todos tenemos ese motor y quizá aquí encontréis la gasolina necesaria para encenderlo.


“Ella se marchó y yo no supe olvidarla, simplemente aprendí a no hablar de ella”. Con esta frase que ahora mismo no se si he inventado yo o se la he robado a alguien sin saberlo lo digo todo. Siempre pensé que escribir es parecido a llorar, y quizá aprendemos a no hablar de tantas cosas que la única manera de no morir lentamente por dentro es aprendiendo a escribirlas. Por eso LAS PALABRAS NUESTRAS son ambiciosas. Juegan a la verdad, sin escudo, sin miedo, sin rabia.


Una necesidad tan vital como respirar, y el anhelo interminable de crear por compartir, de visiones subjetivas de individuos únicos por definición, abstractos. De encontrarte entre las líneas que mientras lees te avivan, recordándote con ellas que viste una realidad bella, que viviste en alguna hora de esta corta travesía.

Decisión de no acallar a las fuerzas que te empujan, de no dejar en la duda verdades que hubo y que quedaron mudas, de rechazar el olvido y hacerlo propio, como un libro y su protagonista, como una canción y su artista, como un corazón y su pena, como la vida y los recuerdos, por ellos existen las palabras que desde ahora haremos nuestras.