Las barcas y los recuerdos; la estupidez de mis años desperdiciados, como si no fueran años, ni recuerdos.
Las costumbres y mis camisetas de colores; el autobús rojo que a veces creo ver pasar, llevando a bordo a un marinero cansado y a una princesa salida de algún cuento que aún falta por escribir, uno muy hermoso.
Los libros y las historias que escribo o no escribo; la misma imagen, el mismo recurso, el mismo odio fluyendo por mis venas. La playa con luna y las botellas viajando a través de los continentes, sobreviviendo a guerras y a corazones rotos.
Las decisiones y la cobardía; el mismo encuentro que jamás sucederá, la misma reacción que solo mi imaginación podría inventar.
Las noches y la muerte; Mis amantes, mis confidentes, tu forma de caminar, tus maneras, tu otoño, todas tus calles.
El olvido y la felicidad; LO QUE TANTO ANHELO ALCANZAR.
RODRIGO.
qué bonito.
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