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LOS COMENTARIOS ANIMAN A LA SEÑORITA ESCRITURA








jueves, 11 de febrero de 2010

Las palabras nuestras


Nuestras palabras surgen en la noche, cuando el libro de la mesilla se pelea con el cuaderno, y vence el cuaderno, y las palabras surgen -como una necesidad- de los dedos pulgar, índice y corazón. La escritura nace de una inquietud en el alma, porque algo está mal en el mundo, por una espinita clavada. La escritura es una denuncia quizá, una salida, un pensadero donde se alcanzan conclusiones. Pero no nos engañemos, uno sólo poco puede tocar, aunque algo toque.


Los libros, los buenos libros, nos pueden -o mejor dicho: deben- llevarnos más allá de sus páginas a hacernos más humanos. O más críticos con lo dominante, o más reflexivos, o más decididos. Los libros nos enseñan que errores no cometer, poniéndonos los zapatos de los que sí los cometieron mientras duran sus páginas. Los libros si no nos humanizan, quizá no sirvan para nada. O sí, no estoy muy seguro. Lo cierto es que es importante seleccionarlos bien. Sus personajes son modelos de actuación, vida que vivimos de algún modo metida junto al marcapáginas.

Aquí
las palabras nuestras. Son ambiciosas, claro. ¿Acaso atraen las palabras pusilánimes? Aquí trataremos de tocarte.


En nuestras palabras caben los rincones abandonados, los poetas torturados y los ecos del pasado. Mientras hay tormenta en lugares perdidos de la memoria de las personas que nos abandonaron, nosotros luchamos por ver el sol, aunque tengamos la mirada perdida y a la tristeza como compañera de cama. Cuando yo escucho el sonido de un piano se me ponen los versos de punta, es mi debilidad y mi gasolina para encender el motor de la creación. Se que todos tenemos ese motor y quizá aquí encontréis la gasolina necesaria para encenderlo.


“Ella se marchó y yo no supe olvidarla, simplemente aprendí a no hablar de ella”. Con esta frase que ahora mismo no se si he inventado yo o se la he robado a alguien sin saberlo lo digo todo. Siempre pensé que escribir es parecido a llorar, y quizá aprendemos a no hablar de tantas cosas que la única manera de no morir lentamente por dentro es aprendiendo a escribirlas. Por eso LAS PALABRAS NUESTRAS son ambiciosas. Juegan a la verdad, sin escudo, sin miedo, sin rabia.


Una necesidad tan vital como respirar, y el anhelo interminable de crear por compartir, de visiones subjetivas de individuos únicos por definición, abstractos. De encontrarte entre las líneas que mientras lees te avivan, recordándote con ellas que viste una realidad bella, que viviste en alguna hora de esta corta travesía.

Decisión de no acallar a las fuerzas que te empujan, de no dejar en la duda verdades que hubo y que quedaron mudas, de rechazar el olvido y hacerlo propio, como un libro y su protagonista, como una canción y su artista, como un corazón y su pena, como la vida y los recuerdos, por ellos existen las palabras que desde ahora haremos nuestras.

6 comentarios:

  1. El público puesto en pie. Aplausos y vítores.
    Un abrazo

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  2. me gusta la mezcla, es un formato que plantea posibilidades....
    qrande

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  3. Comandante says: Es una acto simple vivir así y lo peor es saber que pasa.
    Que bueno que las palabras sean de todos... espero que dure por mucho tiempo. Si alguna vez queréis ilustrar vuestras palabras no lo dudéis, nuestros cuadros a vuestra disposición.

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  4. Esto es sólo el principio, I guess.

    Gracias a todos

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  5. Ícaro un placer, esto está para el público, aunque sea reflexión, los aplausos del público son ánimo para continuar.

    PaRS ya estás tardando en ilustrar estas palabras....

    grandes sanchos panchas

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  6. debería continuar o más bien complementar, cada día mi propio final...como el poeta y la guitarra, como el tranvía y las vías, como la vida que pasa viviendola cada día, para esas personas existen las palabras que para ellos trataremos de hacer nuestras
    algo así

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