- Si te duermes te doy un puñetazo a la altura del esternón – dice el de la izquierda-
- No dormía, odio dormir, solo descansaba la vista, parece mentira... -responde el que está en medio-
Hay tres personas más. Una a la derecha como habréis adivinado. Uno conduciendo, y uno más, “el copiloto” jugando a inventarse radares.
El humo del hachís vuela haciendo aros un rato por el ambiente hasta desaparecer por una ventana entreabierta. Así comienzan muchos viajes entre tres conocidos y dos desconocidos, o dos conocidos y tres desconocidos, o cinco desconocidos que se creen conocer, o cinco desconocidos que no sabían que se conocían. Las horas no importan, ni las carreteras, ni los recuerdos que no sabes olvidar. Solo el destino: SAN FERMINES.
Yo no me compro el puto uniforme por diez euros y tengo que perderme, acojonarme, reírme, y hacerme daño en la espalda, para conseguir cuatro pañuelos cuando solo quiero uno...es lo que tiene el....
Que brindo porque me sale de los cojones. Y me como un bocadillo de salchichas y ceno un sándwich de algo que parece atún (me sentará muy mal, ya lo verás). Que vuelvo a brindar porque he visto pasar dos ángeles en menos de tres minutos. Que vuelvo a brindar porque mis desconocidos o conocidos han dicho algo gracioso. Que vuelvo a brindar porque no me saben escuchar y miento genial. Que brindo porque me sale de los cojones.
Como se va a enamorar de mí si solo tengo cinco sentidos para utilizar. Y ella se percibe con nueve, por lo menos.
Una espera absurda. Una cabeza corriendo. Una tienda de campaña abierta por arte de magia. Un viernes menos.
MAÑANA SABADO.
RODRIGO.
El humo del hachís vuela haciendo aros un rato por el ambiente hasta desaparecer por una ventana entreabierta. Así comienzan muchos viajes entre tres conocidos y dos desconocidos, o dos conocidos y tres desconocidos, o cinco desconocidos que se creen conocer, o cinco desconocidos que no sabían que se conocían. Las horas no importan, ni las carreteras, ni los recuerdos que no sabes olvidar. Solo el destino: SAN FERMINES.
Yo no me compro el puto uniforme por diez euros y tengo que perderme, acojonarme, reírme, y hacerme daño en la espalda, para conseguir cuatro pañuelos cuando solo quiero uno...es lo que tiene el....
Que brindo porque me sale de los cojones. Y me como un bocadillo de salchichas y ceno un sándwich de algo que parece atún (me sentará muy mal, ya lo verás). Que vuelvo a brindar porque he visto pasar dos ángeles en menos de tres minutos. Que vuelvo a brindar porque mis desconocidos o conocidos han dicho algo gracioso. Que vuelvo a brindar porque no me saben escuchar y miento genial. Que brindo porque me sale de los cojones.
Como se va a enamorar de mí si solo tengo cinco sentidos para utilizar. Y ella se percibe con nueve, por lo menos.
Una espera absurda. Una cabeza corriendo. Una tienda de campaña abierta por arte de magia. Un viernes menos.
MAÑANA SABADO.
RODRIGO.
te unes a la banda?
ResponderEliminara que banda?
ResponderEliminarterrorista, lo digo por la foto
ResponderEliminarme gustaaaaaaa
ResponderEliminarque me salga de los cojones, y que el humo salga en aros....
tambien tiene razon alfonso que la foto no es precisamente san fermines