Yo me encontraba tumbado en la cama intentando dormir saboreando LAS PALABRAS NUESTRAS que sobrevuelan susurrando por el cielo de mi mundo, cuando comenzó lo que se denominó como el desastre.
Dicen los supuestos expertos que fue culpa de un satélite que se estropeó mientras hacía fotos maravillosas en marte. La versión de la nasa dice que el satelite se encontraba haciendo fotos de un lugar donde una vez había habido agua, vida, lugar de inversión económica. Aunque ha habido muchos rumores que indican que en realidad el satelite hacía fotos a unos veraneantes de marte en bañador y chancletas.
Lo único que se sabe con certeza es que aquel satélite se salió de su rumbo y fue a chocar contra un anillo invisible de esos que rodean marte (que los hay y punto) provocando el efecto fichas de dominó puestas en fila que originó el desastre.
Los planetas se salvaron porque se ve que no se pueden mover de ahí por algo llamado gravedad, eso o que pesan demasiado, porque todos sabemos que las cosas que pesan demasiado cuestan mucho de mover. Pero lo demás comenzó a caer, así, como si fuera lo más normal del mundo, sin ninguna explicación.
Cayeron primero los meteoritos aburridos que iban dando vuelta sin ningún sentido. Después las pobres estrellas fugaces maltratadas por las mujeres que de pronto, sin venir demasiado a cuento, habían decidido considerar la madurez sinónimo de dejar de buscarlas, pobrecitas... A continuación cayeron todas esas estrellas que un muchacho enamorado no supo aprender a cazar con su correspondiente castigo llamado (soledad por haberse atrevido a querer demasiado). Y finalmente, las naves espaciales sin motor de propulsión, las de propulsión consiguieron mantener el rumbo.
Aún así, y aunque se haya catalogado como el desastre, yo no le encuentro demasiado sentido.
Porque ya ven; no hubo victimas. Por fin mi cielo es verde. Paseo junto a las estrellas. Estoy aprendiendo nuevos idiomas. Y quizá me enseñen nuevos bailes.
RODRIGO.
Dicen los supuestos expertos que fue culpa de un satélite que se estropeó mientras hacía fotos maravillosas en marte. La versión de la nasa dice que el satelite se encontraba haciendo fotos de un lugar donde una vez había habido agua, vida, lugar de inversión económica. Aunque ha habido muchos rumores que indican que en realidad el satelite hacía fotos a unos veraneantes de marte en bañador y chancletas.
Lo único que se sabe con certeza es que aquel satélite se salió de su rumbo y fue a chocar contra un anillo invisible de esos que rodean marte (que los hay y punto) provocando el efecto fichas de dominó puestas en fila que originó el desastre.
Los planetas se salvaron porque se ve que no se pueden mover de ahí por algo llamado gravedad, eso o que pesan demasiado, porque todos sabemos que las cosas que pesan demasiado cuestan mucho de mover. Pero lo demás comenzó a caer, así, como si fuera lo más normal del mundo, sin ninguna explicación.
Cayeron primero los meteoritos aburridos que iban dando vuelta sin ningún sentido. Después las pobres estrellas fugaces maltratadas por las mujeres que de pronto, sin venir demasiado a cuento, habían decidido considerar la madurez sinónimo de dejar de buscarlas, pobrecitas... A continuación cayeron todas esas estrellas que un muchacho enamorado no supo aprender a cazar con su correspondiente castigo llamado (soledad por haberse atrevido a querer demasiado). Y finalmente, las naves espaciales sin motor de propulsión, las de propulsión consiguieron mantener el rumbo.
Aún así, y aunque se haya catalogado como el desastre, yo no le encuentro demasiado sentido.
Porque ya ven; no hubo victimas. Por fin mi cielo es verde. Paseo junto a las estrellas. Estoy aprendiendo nuevos idiomas. Y quizá me enseñen nuevos bailes.
RODRIGO.
Yo querio tener tantos seguidores como tiene este blog.
ResponderEliminarLuego leo la entrada y comento. A ver si tu haces lo mismo
¿?
ResponderEliminarQue desastre!!! El cielo es verde, una vez lo pinté.
Pero no te preocupes. Como dicen Fito y Calamaro en gran versión de "dos son multitud" Que viene y va, como la luna como el rayo verde.
Todos podemos conducir, hasta naves espaciales, yes we can.
¿?
Es chulo tío... pero si lo retocaras sería algo mejor, si más mucho mejor...
ResponderEliminarYo quiero seguir siendo niño y no dejar de creer en la estrellas fugaces... dime que nunca dejaré Neverland, ni WONDERLAND!! Ayer vi Alicia de Tim Burton y genial... hay que verla, además pudiera recordar a tus mundos...
¿y si escribimos cuentos de hadas para todos los públicos... ? los adultos también necesitamos fantasía ... ... como diría el sombrerero... «sólo es imposible si crees que lo es...»
ya he retocado. pero la esencia no cambia. Las estrellas son mias.
ResponderEliminar¿hacemos un cuento juntos? yo tengo el cuadro y tu el pincel...
ResponderEliminar¿o que?
si tío, que desastre
ResponderEliminarcome on...! Vamos a por el cuento rodrigo... eh little wing?
ResponderEliminarYo puedo???? Si queréis lo ilustro
ResponderEliminaraupa ilustra!
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